Las grandes marcas mienten. Eso es lo que ha concluido un
estudio elaborado por la revista médica “British Medical Journal” tras descubrir que las bebidas isotónicas, los batidos de proteínas y las zapatillas especiales no son tan efectivas como se cree.Los científicos consideran que sería conveniente dejar de lado estos “productos milagro” y apostar por un deporte basado en el sentido común. Una solución asequible a este problema sería “
comer una dieta equilibrada, beber agua, encontrar unas zapatillas cómodas y salir a hacer ejercicio con regularidad”. Además, esta investigación ha descubierto que la mente juega un papel muy importante a la hora de observar los efectos del producto. Un ejemplo de ello lo encontramos en un caso realizado a un grupo de ciclistas a los que se les engañó diciéndoles que el refresco que tomaban se trataba de una bebida energética en vez de agua. Su rendimiento fue un 2% mejor que cuando se les dijo la verdad.
Sin embargo, hay que tener cuidado con este tipo de sustancias puesto que contienen un alto porcentaje de azúcar pudiendo provocar una obesidad en los consumidores. Y es que, estas bebidas van dirigidas especialmente a deportistas de élite que pierden más calorías en sus entrenamientos que la gente corriente que cada tarde sale a hacer ejercicio.
A pesar de que la investigación engloba a más de cien productos de diversas marcas, entre las que destaca Powerade, de Coca-Cola, no se han hallado evidencias que sostengan que las bebidas isotónicas aumenten la capacidad física de los deportistas. Tampoco las zapatillas especiales reducen las lesiones, pese a que la industria lleva décadas centrándose en factores como la rotación del pie hacia el interior al correr.