Cigalas agridulces

Despojar a las cigalas de las cabezas y las patas, dejando las colas enteras con su cáscara.

Poner a hervir los restos de las cigalas (cabeza y patas) en poca agua fría.

Freír las colas en aceite bien caliente y sacarlas a un plato.

En otra sartén, poner 2 cucharadas del aceite donde se han frito las colas y añadir una copita de vino, otro tanto de soja, 3 cucharadas de azúcar y 1 vasito de caldo hecho con las cabezas, que estará muy concentrado de sabor.

Darle vueltas a fuego lento para que el azúcar no se tueste y hierva en esta salsa las colas durante 10 minutos.

Para servir este plato, separar la salsa de las colas, que se servirá junto al arroz blanco, para que cada comensal tome colas, salsa y arroz al gusto.